viernes, 27 de abril de 2007

Jugando con nuestro dinero.

El secretario de Estado de la Seguridad Social, Octavio Granado, confirma que buena parte del dinero reservado para pagar jubilaciones y pensiones se "invertirá" en bolsa


.- El secretario de Estado de la Seguridad Social, Octavio Granado, confirmó ayer que este fondo invertirá una parte de su patrimonio en renta variable y que lo hará con criterios de inversión "socialmente responsable". Esta decisión se ha tomado con el acuerdo de la CEOE, CCOO y UGT. Los sindicatos aplaudieron la iniciativa, como no podía ser de otra forma después de firmar el acuerdo. Pero no deja de ser clarificador escuchar a los sindicatos decir que esto “es un paso más en la consolidación” del sistema de pensiones y que “refuerza la seguridad de las inversiones”.



El Confidencial/inSurGente.-



Lo que más gusta a las centrales es que se amplía su capacidad para participar en la definición de los criterios de inversión y el seguimiento de la gestión a través de una Comisión de Seguimiento “tripartita y paritaria”.




Por el contrario, el PP puso de vuelta y media la iniciativa. Su portavoz adjunto en el Congreso, Vicente Martínez Pujalte, dijo que es una “irresponsabilidad arriesgar la hucha de las pensiones jugando en bolsa”, y añadió que el fondo debe invertirse en “valores seguros”. En este caso, la posición parece más propia del ala más intervencionista del PSOE, la que menos confía en las fuerzas del mercado.



Claro que en esta crítica subyace un elemento político: la crisis de la CNMV y, por extensión, de las reglas que rigen los mercados españoles. “No vamos a apoyar que los señores Sebastián, Taguas y Arenillas manejen los ahorros de los españoles para su jubilación después de lo que han demostrado”, sentenció Martínez Pujalte.



¿A qué obedece esta postura del PP? Según algunos observadores, a que “estamos en campaña y las pensiones siempre son un arma electoral muy poderosa. El mensaje del miedo de que peligra el dinero de las pensiones puede calar hondo en la sociedad”. Otros opinan que se trata de la “táctica de oponerse a todo lo que diga el Gobierno: si dice blanco, el PP dice negro; y si dice negro, el PP dirá blanco”.



No es la primera vez que nos encontramos con una situación surrealista como ésta. La reforma fiscal que ha entrado en vigor este año, que consagra un tratamiento mucho más beneficios a las rentas del capital que a las del trabajo, ha sido calificada por numerosos fiscalistas como “la reforma que le habría gustado hacer al PP y no se atrevió”. En fin, el PP también quitó la mili. España es así.



Temores de las gestoras



En todo caso, el sector de la inversión no sale de su asombro por la prisa que se ha dado el Gobierno en aprobar este asunto a pesar de la proximidad electoral. “Pensábamos que habría que esperar a la próxima legislatura porque el Ejecutivo no iba a atreverse a tocar nada relacionado con las pensiones a menos de un año de las elecciones generales”, confiesa una importante gestora extranjera. “Ahora, tienen tiempo de sobra para ponerlo en marcha antes de la cita con las urnas”.



Y eso es lo que tiene patas arriba a las gestoras que quieren ser elegidas para llevar parte de las inversiones del fondo. Aunque fuentes sindicales aseguran que la elección de las gestoras se hará mediante “un procedimiento público y transparente”, algunas firmas tienen miedo a que se elijan a dedo a las principales entidades españolas, tanto bancos como cajas de ahorros, para acelerar el proceso y que esté en marcha antes de las elecciones.



El procedimiento de elección de las gestoras debe plasmarse en el desarrollo reglamentario de la ley que va a modificar la política de inversiones del fondo. Asimismo, será el reglamento el que fije el porcentaje que podrá invertirse en bolsa: aunque inicialmente se estimaba entre el 10% y el 20%, algunos medios lo elevan al 30%.

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