La renovación del Acuerdo para la Negociación Colectiva empobrece los convenios y los salarios

Valoración del sector crítico de CCOO

La renovación del Acuerdo para la Negociación Colectiva empobrece los convenios y los salarios


Ante la firma por la patronal CEOE y los sindicatos CCOO y UGT de un nuevo Acuerdo para la Negociación Colectiva 2007, que afectará en su empleo, salario, jornada, contratos y salud laboral a diez millones de trabajadores, el Sector Crítico de CCOO quiere manifestar su posición contraria por las siguientes razones:


1. Los trabajadores y trabajadoras deben mejorar su poder adquisitivo de forma importante. Participando, de esta manera, del crecimiento de la economía (más del 3,5% del PIB anual), de los enormes beneficios empresariales (superiores al 20%) y recuperando las pérdidas de poder adquisitivo producidas en los últimos años, por la moderación salarial y por el impacto del euro. La estrategia de bajos salarios más precariedad en el empleo, consolida un modelo económico-empresarial poco competitivo al basarse en costes laborales baratos, lo que permite a los empresarios olvidarse de la inversión en I+D, del empleo de calidad y la cualificación profesional como factores de mejora de la productividad.

2. La calidad del empleo, la reducción de la jornada laboral y la mejora de las condiciones de trabajo siguen siendo objetivos pendientes en la negociación colectiva. Especialmente cuando estamos a la cabeza de la Unión Europea en precariedad en el empleo, somos el país con mayor índice de siniestralidad laboral y la jornada laboral es mayor (11 horas más al mes y 2 días menos de vacaciones que la media europea), según Eurostat. Así mismo debían de aclararse algunas de las importantes ambigüedades de la última reforma laboral (el concepto de “puesto de trabajo”) para evitar que CEOE las use para inaplicar los límites al encadenamiento de los contratos en fraude de ley. También debería abordar la situación de los trabajadores inmigrantes y la aplicación de la ley de igualdad. Pero nada de esto aparece recogido de forma operativa en ANC.

3. No está justificada la firma de nuevos acuerdos de moderación salarial, basados en previsiones de inflación increíbles, que nunca se cumplen, y unas cláusulas de revisión que no cubren a todos los trabajadores y que suponen prestar dinero a los empresarios. Los Acuerdos para la Negociación Colectiva (ANC) que se han firmado, desde su primera edición en 2002, han supuesto un empobrecimiento de los contenidos de los convenios y una pérdida de poder adquisitivo que se refleja en los datos siguientes. En 2004 la remuneración de los asalariados suponía el 47,71% de la riqueza nacional generada durante un año, dos años más tarde ha bajado hasta el 46,12%. Por el contrario, el excedente bruto de explotación -los beneficios- han pasado de representar un 41,78% al actual 42,25%, lo que significa un aumento de prácticamente medio punto del PIB. Si unimos estos datos a la evolución de los impuestos, se constata una enorme transferencia de rentas hacia el capital: en tan sólo dos años los asalariados han transferido a los empresarios rentas por valor de miles de millones de euros. Este sacrificio ha sido totalmente asimétrico, porque los acuerdos se han demostrado inútiles a la hora de mejorar los contenidos de empleo, contratación, reducción de jornada o el poder de intervención sindical. Por ello, es un grave error sindical repetir unos acuerdos que nacieron para evitar el intento del gobierno del PP de legislar una reforma de la negociación colectiva (Estatuto de los Trabajadores). No deja de ser significativo que los neoliberales y la patronal han abandonado todo interés en la reforma de los convenios desde que todos los años los sindicatos firman moderación salarial. Ahora se firma para 2007, con prórroga prácticamente automática para 2008

4. Es necesario un amplio debate en toda la estructura del sindicato, y con las comisiones negociadoras sectoriales y de grandes Secciones Sindicales que tienen que negociar sus convenios en 2007. Las negociaciones y firmas que se realizan, por arriba y sin ningún tipo de participación de los afectados, suelen responder a los intereses de comodidad de los aparatos confederales, alejados de la realidad que viven los trabajadores y por tanto desconocedores de las necesidades que han de ser abordadas en una negociación colectiva que afecta a millones de trabajadores, tanto españoles como inmigrantes. Hay que abandonar la rutina y la falta de estrategia sindical y dar la palabra a la afiliación y a los trabajadores y trabajadoras.